En una democracia idílica, sería un ecosistema en el que la justicia, la igualdad y la libertad no sólo se pregonase sino que se viva en cada rincón del país. los lideres serían elegidos por su sabiduría y dedicación al bien común, guiados por su integridad y transparencia. El dialogo y la cooperación sería constante, evitando el conflicto y el enfrentamiento. La participación ciudadana sería incesante y significativa, impulsada, eso sí, por una buena educación para que los ciudadanos tuvieran un compromiso en la sociedad y una opinión inteligente.
En plan económico habría que asegurar que todos tuviéramos las mismas oportunidades, sociales, económicas y de todo tipo.
Que la justicia fuera igual para todos y estuviera en un equilibrio total.
¿Será todo esto una quimera, una utopía? o ¿alguna vez podríamos vivir en una democracia ideal?
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