viernes, 21 de noviembre de 2008

Cuentu asturianu


LA XANA ENAMÓRASE
Hai xanes xeneroses y apacibles que faen ricos a los homes, proporciónen-yos salú y regálen-yos amor.
Pachón de Morcín súpolo y diose a pasear xunto a una fonte por si alcontraba n'ella la fortuna. Y salió-y una xana primorosa que yera un encantu de ver.
Él viola y enamorose. La xana dulce, cariñosa y plácida dexó-y que-y falara del so afectu y acabó por ceder a tanta súplica. Pachón yera garridu como un pinu, y engarzaba les sus frases con viveza n'un tonu de caricia. La xana dixo-y entós el mou de llibrala del so encantu, con sólo que-y arroxase la montera nel amanecer del día de San Xuan. Y Pachón aguardó esi amanecer a la vera la fonte, con tou l'amor del alma na ansiedá de los sos güeyos...
Iluminóse l'horizonte coles primeres ráfagues de sol y al dir a escondese, Pachón esclamó con gayola:
¡Ahora me caso en tal!
Y arroxó-y la montera.
La xana fue suya dende aquel istante y con ella tolos tesoros que tinía...

martes, 11 de noviembre de 2008

La Carisa

(El campamento de La Carisa es un establecimiento militar asombroso en el mundo romano. La extraña forma de las instalaciones y su situación en las inhóspitas cumbres de la Cordillera Cantábrica despiertan hoy un vivo interés. Su situación a 1.727 m de altitud lo convierten en el más alto de su época hasta ahora en Europa)

Congreso sobre los orígenes del Reino de Asturias
Publicado el 17/10/2008.

Fuente: www.elcomerciodigital.com.

El congreso sobre los orígenes del Reino de Asturias sirve para confirmar que las fortificaciones de La Carisa se emplearon como defensa ante la invasión musulmana.


Es un inmenso puzle que abarca ocho siglos, que se engarza con piedras milenarias, con tachuelas de legionario romano y balas de honda, que se escribe con textos redactados antaño y releídos hoy y que empieza a tomar forma, a tener consistencia.


La historia anterior al Reino de Asturias, la que vio llegar al Imperio Romano a sus tierras, la del reino visigodo y la de la invasión musulmana comienza a tomar forma rotunda y real gracias a la conjunción de la tarea de historiadores y arqueológos, gracias a los frutos que las excavaciones de La Carisa han ido aportando. Y gracias también a la tarea de los expertos que esta semana han debatido en Oviedo sobre esa historia a la que le faltan todavía muchas piezas por encajar. Hoy se pondrá fin con una visita a El Muro (La Mesa) al congreso 'En los orígenes del Reino de Asturias, causas políticas y militares', que ayer hizo caminar a los un buen número de estudiosos por las huellas de La Carisa. En ese lugar está precisamente el origen del propio congreso, porque ese lugar en los concejos de Lena y Aller ha sido un libro abierto en los últimos años para los historiadores, que han podido abrir un sinfín de interrogantes sobre ese pasado y desentrañado otros a partir de la aparición de un campamento romano del siglo I y unas fortificaciones datadas por el carbono 14 entre finales del siglo VII y principios del VIII que ahora casi nadie ya duda que emplearon los ástures para defenderse de la invasión musulmana. Esa es quizá una de las principales aportaciones de un encuentro en que esas fortificaciones defensivas han tenido un papel crucial.


La romanización de Asturias, antaño negada y renegada, no era ya prácticamente cuestionada por nadie, pero el encuentro de Oviedo -pese a que su ámbito de actuación era posterior- ha vuelto evidenciar que esa presencia imperial fue grande en la región. La Mesa y La Carisa, dos vías de acceso, han servido para constatar la evidencia que también se plasmó en ese campamento del monte Curriechos situado a más de 1.700 metros de altitud. Debió ser una asombrosa fortificación, con capacidad para albergar a toda una legión que ocupaba una superficie de unas ocho hectáreas, según han ido revelando darzos y lanzas, hachas y aguijadas, monedas e incluso un conjunto de clavijas para la sujección de las tiendas de campaña. Claro que el pasado romano tenía menos misterios por resolver que aquellos siglos VII y VIII previos al Reino, aquellos años de reinos visigodos en los que los ástures fueron capaces de integrarse en ese mundo. Eso sostiene ya hoy con convencimiento todo un estudioso de la época, Ignacio Ruiz de la Peña, director del congreso, quien se felicitaba por los avances alcanzados en el conocimiento de la historia que quedarán plasmados en las actas. «Hay una plena inserción de Asturias en el entramado político hipano-godo.


Asturias, ciertamente, es una región marginal, pero eso no supone exclusión. Cuando se produce la invasión islámica, no es una región ajena a lo que era el mundo visigodo», sostiene Ruiz de la Peña. «Siempre se ha hablado de una cierta virginidad de Asturias frente a contaminaciones exteriores que no es real, porque se romanizó mucho, tuvo un paréntesis de crisis con el derrumbamiento del Imperio Romano y se inserta después en la monarquía visigoda», añade. Y en esas andaba lo que aún no era un reino y tampoco un Principado cuando se produjo la invasión musulmana. El congreso de Oviedo parece que ha dejado claro que las fortificaciones de El Homón de El Faro (La Carisa) y El Muro (La Mesa) tenían como fin una defensa del invasor del Sur. Porque las élites ástures estaban mucho más organizadas de lo que se pensaba. «El nivel de desarrolo cultural de los ástures en el momento en el que ser produce la invasión islámica es estimable, no es un grupo de gentes primitivas, no es un estallido de primitivismo esa rebelión, sino que era una sociedad bastante cohesionada y con un nivel de organización grande», dice Ruiz de la Peña. Lo mismo sostiene Jorge Camino, que ve precisamente en este punto una de las principales aportaciones del congreso. «Las élites locales toman mucha fuerza en el gobierno y el control de las tierras», señala el historiador, que subraya que la llegada de un peligro común sirvió para unirlas. Hipótesis certeras Lo que antes eran dudas ahora se transforman en hipótesis que parecen más certeras que las manejadas antes. Apunta, sin ir más lejos, Camino que tras este encuentro ya nadie duda de la vinculación gótica de la monarquía astur en su momento inicial. Subraya, por su parte, Ruiz de la Peña, el claro origen godo de don Pelayo. «Todo apunta a que es un individuo hispano-godo, no parece que fuese un señor local, pero con fuertes vinculaciones en Asturias, lo que explica que su grado de rebeldía sea respaldado por los ástures», dice el catedrático y presidente del Real Instituto de Estudios Asturianos. Se conocen también las relaciones que existían entre la región y Galicia y Cantabria y un sinfín de detalles que nunca serán suficientes, pero que son más de lo que había. «Lo que sabemos ahora es mucho más de lo que sabíamos», subraya De la Peña, quien aclara que siempre se está hablando de hipótesis razonables, que con el tiempo y los descubrimientos pueden ser matizadas e incluso modificadas por completo. Lo que pasó de Roma a Pelayo tiene luz, pero aún faltan muchas piezas para completar ese puzle: «El congreso tiene que animar a continuar debatiendo sobre la génesis y la consolidación del Reino de Asturias, aquí nos quedamos en los orígenes». Eso será tarea de otro congreso, y de otros muchos trabajos que están por llegar, porque la investigación histórica no se detiene nunca.


¿Quizá La Carisa aporte más sorpresas? «No lo creo, las principales ya las dio, tenemos unos vestigios que son cruciales de la historia de Asturias que son la invasión romana y esa resistencia ante una invasión exterior, y eso es un gran símbolo. Cualquier investigación que se realice en La Carisa pueda aportar información en cualquier momento, claro está, pero no es previsible cuándo pueda estar la solución a los enigmas vigentes que puedan contribuir a solidificar las conclusiones que ahora están planteándose», señala Jorge Camino. También quiere el historiador abrir nuevas vías de estudio que lleven a conocer más a fondo la sociedad civil que resistió aquella invasión desde las fortificaciones. «Lo que hay ahí arriba es parte de una sociedad que vive en otro sitio y hay pocos vestigios que nos informen sobre esos grupos», señala.


En el futuro quizá posteriores investigaciones sirvan para poner en relación a civiles y militares. «Ahora la investigación tiene nuevas vías de trabajo».

lunes, 3 de noviembre de 2008

Un paseo por el bosque




Un paseo por el bosque



Un paseo por un bosque en la falda del Sueve..... lleno de arroyos, cascadas, rápidos y fuentes, todo el camino está lleno de agua, incluso en algún momento tenemos que descalzarnos porque la senda la atraviesa un pequeño río. Las rocas y piedras están cubiertas por un alfombra espesa de musgo y si miramos hacía el cielo casi no lo podemos ver por lo frondoso de los árboles...todo parecía tan de cuento que no nos asombraría nada encontrar alguna xana o algún cuelebre..Había mucho silencio, nada más interrumpido por algún pájaro o los berridos de los corzos que estaban muy cerca porque aunque se escondían de nosotros vimos sus huellas...