viernes, 3 de septiembre de 2010





Tengo que rescatar a la niña que fui.

Ahora que soy adulta,
tengo mucha más sabiduría para sanar sus heridas,
prometer quererla y defenderla por encim
a de todo.



8 comentarios:

  1. No creo que te cueste mucho recatarla...mientras se tenga ilusión por pequeñas cosas, capacidad de asombrarnos ante algo, por muy adultos que seamos, es señal inequívoca de que esa niña sigue estando ahí...
    Solo es cuestión de darle el protagonismo que se merece y de sacarla de ese rincón en que, sin darnos cuenta, la habíamos olvidado...
    Me alegro mucho de que retomes tu blog, guapa. Ya sabes que me gustan muchísimo tus entradas. Siempre Casi siempre salgo de él con algo nuevo aprendido!
    Un beso!
    Núria

    ResponderEliminar
  2. es bueno rescatar a esas niñas, que en muchos casos las educaron para que fueran mayores y no han tenido infancia

    ResponderEliminar
  3. Sabia medida Malú. Pero... y habla la voz de la experiencia, ojo! con las catarsis. Despacito y buena letra.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por vuestros comentarios....prometo firmemente que por lo menos una vez a la semana actualizaré mi blog...;-)
    Besos a las tres.

    ResponderEliminar
  5. Esta fotografía es preciosa. Debe ser dificil conseguir ese momento que supongo es el rocio de la mañana. Mis felicitaciones y hasta siempre. Victoria.

    ResponderEliminar
  6. Es casi una sentencia, pero es así como lo describes...enhorabuena por tu blog...un abrazo de azpeitia

    ResponderEliminar
  7. La recuperarás, a veces nos olvidamos un poco de esas niñas, debido la prisa con la que se vive, pero eres muy joven, y cuando sean como yo, la recordarás fácilmente.
    La foto preciosa, me encantan las fotos de rocio en las plantas.
    Un abrazo Mariluz

    Pilar

    ResponderEliminar
  8. La fotografia la hice un día de lluvia.
    Me alegro que os guste.
    Muchas gracias por vuestra visita.
    Saludos a todos.

    ResponderEliminar