
Los sidros (o guirrios, como también se les conoce) eran personajes de carne y hueso, vestidos con típica indumentaria que incluía bastón o pértiga de ablanu(avellano), cencerros o esquilones, y las típicas melenes (cucurucho de piel de oveja rematado con rabo de raposu con el que se cubría la cabeza), entre otros ropajes llamativos, y cuya misión consistía en anunciar la proximidad de la representación de una comedia. Eran escogidos entre los mozos más altos y atléticos del lugar, y pedían dinero a las gentes que encontraban al paso para pagarles dicha comedia. La forma en que anunciaban esta consistía en realizar grandes saltos ayudados de sus pértigas y haciendo sonar sus cencerros.
El máximo apogeo en las actividades de los sidros tuvo lugar en el siglo XIX. La Guerra Civil y las dificultades posteriores que acarreó esta provocaron su desaparición.
Hace unos años que se ha vuelto a recuperar y hoy concretamente en Carvallin he estado haciendo estas fotos.
El máximo apogeo en las actividades de los sidros tuvo lugar en el siglo XIX. La Guerra Civil y las dificultades posteriores que acarreó esta provocaron su desaparición.
Hace unos años que se ha vuelto a recuperar y hoy concretamente en Carvallin he estado haciendo estas fotos.
